lunes, 28 de octubre de 2019

Conejo con robellones y salsa de almendras




Ingredientes
6 paletillas de conejo de monte
3 dientes de ajo
1 cebolla grande
1 tomate maduro grande
1/2 k de robellones
50 g de pan tostado, 50 g de almendra ecológica
1/2 l de caldo de carne
1/2 copa de brandy o coñac
50 ml  de aceite de oliva Virgen Extra
50 g   de harina
30 g  de pimentón dulce
Tomillo, romero
20 g de almendra ecológica tostada
Sal según gusto


Elaboración
Salpimentar las paletillas de conejo y enharinar junto con el pimentón. Sofreir y reservar. En el mismo aceite pochar la cebolla y el ajo picado fino. Mientras pelar y sacar las pepitas  del tomate y trocear. Añadir al sofrito y finalmente incorporar  el brandy y remover muy  bien. Añadir las setas  previamente partidas en trozos y bien limpias de tierra, saltear unos minutos y enseguida añadir  el conejo y cubrir con el caldo. Cocer tapado a fuego suave durante unos cincuenta  minutos, removiendo  de vez en cuando para evitar que se queme..
Mientras batir  las almendras junto con el pan tostado junto y un  par de ramas de romero y tomillo, una vez triturado con la ayuda del caldo de la cocción. Cuando falten diez minutos para acabar añadir al guiso, adornar con la almendra tostada y servir muy caliente. 

Nota: El robellón (Lactarius deliciosus) es una seta muy popular que tiene diferentes nombres locales, níscalo es la denominación más frecuente. En Aragón se le suele llamar hongo rojo, robellón o rebollón, mientras que en Cataluña, Castellón, Valencia y Alicante también se conocen en diferentes zonas como pinetell, peratxe, o rovellón. En los pueblos de Castilla-León se  puede nombrar con algunas variantes, nícalo, mícula o nísquele, mientras que en Andalucía  se le llama guíscalo o guiscano.
Existen otras dos especies de la familia Lactarius que se parecen bastante a los robellones y que también se encuentran en los pinares: el Lactarius sanguifluus, que también es comestible y el Lactarius torminosus, llamado falso níscalo y que es tóxico. Con la experiencia se identifican a simple vista. El rebollón es naranja y se oxida dando lugar a un color verdoso, mientras el falso níscalo es de un color más claro y peludo.
Su alto contenido en selenio y vitamina B lo convierte en un alimento muy saludable, especialmente indicado para niños y embarazadas.

sábado, 12 de octubre de 2019

Queijada portuguesa con almendra


Ingredientes 
Para la masa:
200 g de harina
1 huevo
50 g de mantequilla
50 ml de agua para hidratar la masa

Para el relleno:
150 g de almendra ecológica granulada
150 g de azúcar,50 g de mantequilla
150 g de requesón
3 huevos medianos
La piel de 1/2 limón, 50 g de canela
30g de almendra ecológica fileteada para adornar



Elaboración
Primeramente hacer la masa uniendo la harina, el huevo y la mantequilla mezclando muy bien hasta lograr que queden integrados todos los ingredientes. Finalmente añadir el agua para que la masa no se pegue a las manos. Darle forma de bola, envolverla en papel de film e introducirla en la nevera al menos una hora.
Mientras, hacer el relleno uniendo el requesón, la piel del limón cortada muy fina, la almendra granulada y el azúcar, batir ligeramente cada huevo añadiéndolo uno a uno a la mezcla anterior hasta integrarlos por completo. Derretir la mantequilla e incorporar, junto con la canela, al relleno hasta obtener una mezcla homogénea. Reservar.
Sacar la masa de la nevera, espolvorear con harina una encimera para estirar la masa con ayuda de un rodillo con cuidado de no romperla, cortarla en la forma deseada (pueden ser de distintas formas) presionando con los dedos para ajustarlas al molde elegido. Verter el relleno en cada uno de los moldes llenando solo las 3/4 partes. Precalentar el horno a 180ºC y hornear durante veinte minutos. Finalmente adornar con la almendra fileteada y gratinar dos minutos. Se pueden servir templadas.     

Nota: Este delicioso pastel típico de la maravillosa ciudad de Sintra, tiene su origen en la Edad Media, donde servía como moneda de pago, ya que ésta localidad poseía excelentes pastos y un exceso de queso fresco, que se usaba para fabricar los dulces.
A poco más de media hora en tren desde la estación del Rossio en Lisboa, Sintra rodeada de montañas y con varios palacios, entre los que se encuentra la espectacular Quinta da Regaleira que refleja todo el esplendor portugués del siglo XIX. La Quinta da Regaleira, fue adquirida por Antonio Carvalho Monteiro, un noble portugués, millonario y filántropo, que quiso crear un jardín que representase el cosmos y la magia. Para ello contó con la ayuda del arquitecto italiano  Luigi Manini, que construyó este impresionante espacio que incluye el palacio, un pequeño lago, un invernadero, varios torreones, y una serie de construcciones subterráneas que tratan de imitar el descenso a los infiernos, basados ​​en la Divina Comedia de Dante Alighieri y en la mitología griega del hilo de Ariadna. ¡Inolvidable!